Una vez más no pudo ser. El sábado nos enfrentamos a un equipo que
por la tabla clasificatoria estaba cerca de nosotros.
Empezó el
encuentro con el equipo bien posicionado, con la posesión de la pelota, y un
Betxi agazapado detrás, a la espera. Se sucedieron las oportunidades a nuestro
favor, pero unas veces la precipitación y el ansia, otras veces el recelo por
terminar la jugada y no ver al compañero desmarcado, y otras por las
actuaciones del buen portero local, no conseguimos abrir la lata.
Con el equipo
volcado sobre la portería del Betxi, en un rápido contraataque, el jugador más
desequilibrante del cuadro local, creo recordar el número 15, consiguió
adelantarse en el marcador, en la única jugada de ataque que consiguieron
hilvanar.
Y esto es una cosa
que, siempre bajo mi modesta opinión, y punto de vista de padre, debemos
trabajar y mejorar. Y me explico: Con el marcador en contra, se des conjuntó el
equipo, cada uno intento hacer la guerra por su cuenta, se perdieron
posiciones, no se fue solidario en el juego, en definitiva, volvimos a caer en
el error de casi siempre, las prisas. Y como bien dice el refrán, son malas
consejeras. Con el equipo des conjuntado, les ofrecimos los espacios necesarios
para que su jugador más determinante nos matase en 5 minutos fatídicos.
Tras el 4-0, que
daba por finiquitado el partido, nos entró un ataque de pundonor, y recortamos
distancias antes del descanso. 4-1. José Luis. Incluso estuvimos cerca de otro
gol, pero no pudo ser.
Tras el descanso,
se modificaron ciertas posiciones, que dieron fruto inmediatamente con un Gol
lleno de rabia de Pablo Silles. 4-2. El dominio volvía a ser abrumador. Poco a
poco, se volvieron a perder posiciones, y el delantero, en este caso Pablo, no
ocupaba el espacio que debería ocupar, José Luis quería llegar a todo,
perdiendo el centro del campo. Y así era difícil llegar con claridad, además
nos obligaba a realizar un gran esfuerzo físico, que también pasó factura, ya
que los cambios eran muy limitados por al falta de niños. No obstante, cerca de
la mitad de la segunda parte, conseguimos de Libre directo, ejecutado
magistralmente por Jose Luis, meter el miedo en el cuerpo al Betxi, y coger una
bocanada de ilusión. La remontada era posible.
De nuevo, entraron
las prisas en escena. Tuvimos alguna que otra oportunidad de Alex, quien coloco
la pelota en chut exterior pero se marchó un pelín desviado.
Al borde del final
del encuentro, y en busca desesperada del empate, se produce un rápido contraataque,
que conseguimos cortar. Pero la carga de Pablo es interpretada como falta por
el árbitro, y doy fe que lo fue.
Como resultado del saque de fuerte trallazo, el Betxi consigue el
gol de la tranquilidad para ellos.
5-3, y no hubo tiempo
para más.
He querido ser un
poco crítico, y no con las ganas y el derroche físico de los chicos, que lo
hubo y mucho. Algunos de los chicos acabaron magullados por varias patadas.
Pero es un grupo tan fuerte como el nuestro, la diferencia ya no la marcan las
individualidades de ningún jugador, sino todo lo contrario. El juego en equipo,
la conjunción, el juego de toque fácil, y el orden, están siendo determinantes.
Cuando perdemos eso, lo perdemos todo, destapamos las carencias que todo equipo
tiene, y no aprovechamos ninguna de las virtudes que tenemos. En definitiva,
bajo mi modesta opinión, les ponemos muy fácil al equipo rival la labor de
marcar goles.
Chicos, sé que estáis
desilusionados, enfadados, cabreados, pero todos debéis reflexionar, y ahora
más que nunca saber ser equipo. Al fútbol se juega pensando, con orden, y una
vez conseguido esto, podremos ver que más sabemos o podemos hacer, pero sin
orden y solidaridad no tenemos nada.
Espero mis
palabras sean tomadas como una pequeña reflexión, como padre, y no como un
consejo técnico, pues de fútbol entiendo bien poco, simplemente intento aplicar
la lógica y el sentido común a un deporte, que nuestros niños aman, y por ello
me veo en la obligación de hacerlo.
Nos vemos el sábado
en Llombai....A por el Alcora. PODEMOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario