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lunes, 2 de febrero de 2015

BIENVENIDOS DE NUEVO. EMPEZAMOS LA SEGUNDA VUELTA

Muchos cambios ha sufrido este grupo de pequeños e incansables luchadores. Unos dejaron el equipo, otros se incorporaron a él con toda la ilusión del mundo. Los que ya estábamos, afrontamos el año llenos de ilusión, ilusión que permanece intacta, tras ver que el grupo va poco a poco cuajándose y mejorando en muchos aspectos.

La incorporación de nuevos entrenadores, Ferran y Alejandro, así como la asimilación de nuevos conceptos está siendo un proceso lento, pero bajo mi humilde punto de vista, satisfactorio y positivo en muchísimos aspectos.

Los chicos están metidos de lleno en un proceso de aprendizaje, a la vez que están encuadrados en un duro y difícil grupo de competición. El A1 no te permite respiro alguno, ni margen de error, pues estos se pagan caros. Aceptando esto como normal, es decir, que los chicos y chicas del equipo están en un momento de aprendizaje, donde el resultado es lo menos importante, poco a poco están formando un grupo sólido, que será capaz de competir en este tipo de grupos complicados, y capaces de afrontar las dificultades que todos los rivales les van a poner en cada partido.

Ha habido pocos momentos de alegría en lo futbolístico, pero los que ha habido han valido la pena vivirlos con ellos.

Este pasado sábado, los chicos de rojo empezaban de nuevo. Segunda vuela. El rival nos puso las cosas muy complicadas en Llombai en el primer partido. Los nuestros, con ganas de reivindicarse ante un equipo de los de "su liga", afrontaron el partido como una final. Salieron al campo concentrados, animándose unos a otros y con un ensordecedor "grito de guerra", hicieron que el rival les mirase, les observara. 

Pronto se vio las ganas que nuestros chicos tenían de dar un golpe encima de la mesa, y casi en la primera jugada de ataque, una bonita combinación hizo que Diego diese un pase en profundidad a Pablo, para que de forma inapelable, batiese al cancerbero local con un tiro ajustado a la escuadra de la portería.

La presión de los nuestros era buena, todo el equipo basculaba al unísono, sin dejar espacios al equipo de la Vall, y saliendo como una exhalación en pos del gol de la tranquilidad. Este llego de las botas de Jabir. 

Con el marcador favorable, y con la actitud luchadora de los nuestros, el encuentro estaba más cerca del 0-3 que de encajar algún gol. Este llego tras una bonita jugada, culminada con un centro que el defensa del equipo local en su esfuerzo por despejar, acaba metiéndose en su propia puerta. 

Esta vez, se veía al equipo con solidez detrás, sin dudas en los despejes y jugando el balón con criterio cuando tuvo que hacerlo. El centro del campo estuvo claro con el balón en los pies, sin complicaciones, y haciendo un futbol fácil, de ese que es difícil de hacer. Cuando el balón era del rival, luchadores, con garra y a la vez con orden, con ayudas en todas las líneas, juntitos.

Delante, que es por donde se empieza a defender, los delanteros ayudaban y presionaban la salida del balón.

En definitiva, se vio un Benjamín A concentrado, ordenado, luchador y con las ideas claras. 

En la segunda mitad, muchas alternativas y llegadas de ambos equipos, con grandes intervenciones de nuestro guardameta, ayudados por la gran presión del equipo, que hacía que los locales llegasen sin la claridad suficiente para definir bien. Los nuestros tuvieron varias ocasiones también para ampliar la renta, pero unas veces el palo, durísimo trallazo de Diego con su zurda de oro,  otras el guardameta, y otras la falta de acierto en la decisión final, hicieron que el resultado final fuese el de 0-3.

Si se me permite opinar, vi al equipo muy ordenado, muy disciplinado, y muy seguro. Muestra de ello es el tramo final del encuentro, donde, sabedores de que la victoria no se les escapaba, acabaron el choque como si esa victoria fuese lo normal, como esos equipos acostumbrados a ganar. 

Fin del encuentro, saludos entre los dos equipos, y una reconfortante ducha.

Dar la enhorabuena a los chicos, familiares, cuerpo técnico por no cejar en el empeño, por pasarlo bien haciendo el deporte que les gusta a nuestros hijos, por aprender y poco a poco ir entrando en una dinámica más competitiva y más exigente con ellos mismos.

Todo llega, el saber esperar nuestro momento les va a dar muchas alegrías.

VAMOS BENJAMIN A
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